EL AGUA DE MAR

INFORMACION SOBRE EL AGUA DE MAR TERAPEUTICA EMPLEADA POR FISTERRA

El agua de mar no es solamente agua con sal (sodio y cloro, Cl Na) sino que contiene muchos elementos de la tabla periódica, en su forma orgánica y biodisponible. El 5% del agua de mar está compuesta por nada menos que 118 elementos químicos de nuestra tabla periódica.

Esta comunidad de organismos de los mares y los océanos se encarga de transformar, a través del fitoplacton y el zooplancton, todos los elementos químicos en minerales orgánicos y biodisponibles, del mismo modo que lo hacen las plantas en la tierra. Absorben las moléculas químicas y las transforman en orgánicas y digeribles para los humanos y animales. Los peces en alta mar no padecen enfermedades. El fenómeno de la ósmosis desactiva todos los microbios de procedencia terrestre, lo que impide su contaminación.

Polución no es lo mismo que contaminación. La contaminación es causada por microbios y materia orgánica. La polución es causada por los vertidos químicos de industrias y de usos domésticos. Las infecciones se convierten en enfermedades cuando se rompe el equilibrio homeostático, haciendo que los gérmenes muten y de este modo perjudiquen nuestra salud. La enfermedad es la rotura del equilibrio homeostático.

El pH del agua de mar es muy alcalino, ph 8.4, y por tanto no es compatible con la vida microbiana de procedencia terrestre. Ese parámetro vital hace que el agua marina no permita ningún cultivo microbiano terrestre. Por tanto el agua de mar es un perfecto y seguro conservante para las esencias florales, pues no hay germen que pueda contaminarla.

El agua de mar es el elemento más hidratante, nutriente y completo de la naturaleza; además no obstruye los riñones porque es diurética. El agua de mar es completamente sustitutiva del plasma sanguíneo, según la comprobación clínica de más de 50 años, además de un excelente conservante. Es sabido que los grandes conservantes usados a lo largo de la Historia han sido siempre la sal y el aceite. Pero también tiene múltiples propiedades terapéuticas de gran valor.

Los descubrimientos de René Quinton del siglo pasado nos demuestran que el agua de mar tiene enormes propiedades para hidratar y recargar electrolíticamente las células, para reequilibrar la función enzimática, y 
para promover la regeneración celular. Dar al organismo agua de mar significa poner a su disposición la información nutricional que mantiene en equilibrio todas sus funciones, revitaliza el medio interior en el caso de estar intoxicado, cura las enfermedades provocadas por dicha intoxicación y, además, nutre al cuerpo de diversos elementos que necesita.

El agua de mar la podemos usar hipertónica, hipotónica o isotónica. Cuando es hipertónica tiene una concentración de 35 gr de sales por cada litro, y solo es interesante usarla en pequeñas cantidades para deportistas o personas que necesiten un aporte inmediato y concentrado de minerales.

Cuando es isotónica el agua de mar contiene una concentración de minerales de 9 gr por litro. Esta es la misma composición que tiene el plasma sanguneo y el agua corporal extracelular; de ahí procede su gran valor terapeutico. El agua de mar isotónica se consigue disolviendo 2 partes de agua hipertónica por 3 partes de agua de manantial. Finalmente el agua de mar hipotónica contiene una concentración de sales menor de 9 gr por litro.

Las esencias-madre de Fisterra son de carácter completamente hipertónico; y cuando se preparan como remedios terapéuticos, sigue siendo con agua de mar hipertónica porque diluimos las esencias-madre (con sus concentrados florales, elementos y programación correspondiente) con un agua de mar pura obtenida del Cap de Creus del Mar Mediterráneo. Sin embargo, cuando el terapeuta prepara los remedios para su paciente, los diluye en agua de manantial, por tanto se convierte en isotónica o hipotónica, lo cual es más conveniente para el equilibrio homeostático del cuerpo.